A UN OLMO SECO
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario de la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los ámalos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado por pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por én, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, el olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
Antonio Machado, "Campos de Castilla"
1. Localización.
Este poema fue
escrito por Antonio Machado (1875 – 1939).
Antonio Machado fue un poeta noventayochista que nació en Sevilla y
estudió en Madrid. Fue catedrático de francés en Soria donde conoció a Leonor,
una joven de dieciséis años con la que más tarde se casó. Tres años después, su
mujer murió y Machado se trasladó a Andalucía. Es uno de los grandes poetas de
la historia reciente. Su obra fue en un principio modernista, cercana a la
estética de Rubén Darío. Empezó escribiendo Soledades
que más tarde se transformó en Soledades,
Galerías y otros poemas. Mantiene muchos elementos de la poesía modernista
como es el ritmo, la rima, el uso del simbolismo… Busca la profundidad, el
sentimiento, la reflexión sobre las experiencias vividas…
En su obra Campos de Castilla que publicó en 1912,
se acerca a las inquietudes patrióticas de los autores de la Generación del 98.
A esta generación pertenecían Azorín, Ramiro de Maeztu y Pio Baroja. Esta
generación tuvo su origen en un escrito titulado “Manifiesto de los tres” firmado
por dichos autores. También compartían unos rasgos comunes: nacieron entre 1864
y 1875, proceden de la periferia, se identifican con Castilla, son autores
didácticos, amigos, tienen las mismas ideas (la de mejorar la situación
española), un estilo pareado y un guía, Larra.
Esta obra
pertenece a “Campos de Castilla”, una obra noventayochista cuyo tema principal
es la admiración por las tierras de Castilla aunque es bastante heterogéneo.
Muchos poemas empiezan siendo principalmente descriptivos para luego dar paso a
la exaltación lírica del poeta ante la naturaleza de los campos de Castilla.
Predomina una visión exteriorizada, el poeta se abre hacia fuera: el poeta
alterna entre una poesía de compromiso (denuncia los problemas sociales de su
época) y una poesía que describe un paisaje idealizado a través del cual el
poeta realiza una búsqueda espiritual. En ciertas ocasiones, se menciona un
estado de ánimo afligido por la muerte de Leonor. En este caso, muestra el
estado de Leonor y su esperanza de volver a verla recuperada. Este poema
pertenece a la lírica pues se sirve del verso para expresar los sentimientos
del poeta. La forma de expresión
predominante en el texto es la descripción ya que nos describe el estado del
olmo y su entorno además de las esperanzas del poeta por su posible mejoría
gracias a la primavera. Es subjetivo, pues lo que dice es lo que él piensa y
siente. Podemos ver que es optimista pues espera a que la primavera le devuelva
la vida a ese viejo olmo antes de que los leñadores lo corten y lo eliminen.
Utiliza símbolos como el olmo, principalmente, que es Leonor, su mujer que
estaba enferma y el esperaba y deseaba su pronta recuperación.
2.
Contenido.
La idea principal de este poema es el
deseo del poeta por la recuperación del estado de su mujer Leonor a la que
la compara con un olmo en la orilla del río Duero con todas las ramas secas y
solamente una rama nueva que es la que le comunica esa esperanza. Las ideas
secundarias son:
-
Aunque pensemos que ya no puede haber ninguna
posibilidad más de volver algo a su cauce, siempre puede rebrotar una pequeña
esperanza y que siempre debemos mantener esa ilusión. En el texto la refleja
con esa rama.
®
Estructura externa: este poema está formado por
treinta versos en los que se alternan las medidas de siete versos
(heptasílabos) y once versos (endecasílabos), por lo tanto se combinan versos
de arte mayor con versos de arte menor. La rima es consonante y, al igual que
las medidas de los versos, no siguen una regla, sino que van a gusto del poeta.
El esquema métrico es: AbABCDCDEFEFGGHHIJIJkKL-lFMfMF Nos encontramos con que
este poema es una silva, una estrofa formada por una serie de versos
endecasílabos y heptasílabos en número indefinido, con rima consonante o
asonante y versos sueltos, a voluntad del poeta. En este caso, solamente queda
un verso suelto y se corresponde con el número 24. …antes que el río hasta la mar te empuje…
®
Estructura interna: según el tema que trata, el
poema lo podríamos dividir en tres partes:
Ø
La primera parte va desde el principio hasta el
verso decimocuarto: en esta parte se realiza una descripción del olmo, de su
vejez, forma, color, dónde está, cómo está… Aquí nos está transmitiendo cómo se
encuentra Leonor en su enfermedad: débil, con pocas fuerzas, vacía… Doña Leonor
sufrió tuberculosis y murió cinco años después de casarse con Antonio. Cuando
murió, éste cayó en una fuerte depresión.
Ø
La segunda parte va desde el verso decimoquinto
hasta el verso vigesimoctavo. En esta segunda división, nos narra todo lo que
le podría ocurrir al olmo: ser cortado, quemado, trabajado por un carpintero…
y, antes de ello, quiere dejar constancia escrito de lo importante que fue para
él esa rama que salió al olmo cuya importancia fue muy grande para Antonio. El
olmo es Leonor y lo que le puede pasar, principalmente, es que lo saquen de su
hábitat, es decir, que se lo lleven de al lado del Duero. Con esto nos está
transmitiendo que Leonor puede morir en cualquier momento debido a su salud frágil.
Ø
La tercera parte abarca los tres últimos versos
expresa su esperanza de que esa nueva rama sea una posibilidad para que el olmo
siga viviendo y no sea cortado por leñadores. Posiblemente, doña Leonor
experimentó una mejoría en el estado de su salud y el autor la refleje en esa
pequeña rama que brotó en el árbol naciendo con ella una esperanza para seguir
viviendo y, por lo tanto, seguir él con ella.
3.
Análisis de la función poética.
En la primera división según el tema del poema,
el poeta nos informa del estado de ese olmo a la orilla del Duero al que pocas
fuerzas le quedan ya para poder seguir viviendo pero, a pesar de ello, una rama
con hojas verdes le ha salido entre tanta podredumbre. En el primer verso,
podemos ver la presencia de la palabra olmo, que es un simbolismo pues con él
intenta reflejar a Leonor. Al olmo viejo,
hendido por el rayo… En ese mismo verso y en el siguiente, nos aporta
información de su estado al narrar que un rayo lo atravesó quedando podrido. En
los siguientes dos versos nos habla de una rama de esperanza que ha nacido en
él gracias a las lluvias de Abril y al sol de Mayo. En este verso, en el
cuarto, podemos ver una bimembración ya que divide el verso en dos partes de
estructura similar: con las lluvias de
abril y el sol de mayo. La estructura en ambas partes del texto es: nexo +
determinante + núcleo + nexo + núcleo (complemento del nombre). Estos dos
últimos versos pueden ser considerados como una antítesis o contraste respecto
a los dos primeros, ya que en ellos contrasta el mal estado (en los dos
primeros) con la esperanza de una nueva recuperación reflejada en esa rama (en
los dos segundos). En el verso número
cinco vemos una exclamación retórica, una frase que expresa el desahogo de los
sentimientos y suele ir entre signos de exclamación. ¡En el olmo centenario en la colina que lame el Duero! Entre esos
dos versos también hay un encabalgamiento abrupto, pues termina en la mitad del
verso sexto. ¡En el olmo centenario en la
colina / que lame el Duero! Además, podemos ver una personificación pues se
le atribuye al río la facultad de lamer, es decir, es una personificación o
animalización. A lo que se refiere con ello es a la erosión que produce en las
márgenes de la colina. ¡… colina que lame
el Duero! En el verso número siete, al musgo amarillento se le atribuye la
facultad de manchar, por lo que estamos hablando de una personificación o
animalización. Un musgo amarillento le
mancha la corteza. El verso seis finaliza para dar lugar al número siete
mediante un encabalgamiento suave. En los versos seis, siete y ocho, podemos
observar cromatismo, ya que usa los colores como amarillento, blanquecina…
además de los adjetivos carcomido y polvoriento que nos dan esa sensación de
color marrón grisáceo. Un musgo amarillento
/ le mancha la corteza blanquecina / al tronco carcomido y polvoriento.
En los tres siguientes versos (9-10-11) nos habla de un olmo alegre,
vivo, fuerte… habitado por pajarillos. También es un símbolo, pues con ello
trata de representar la juventud, el amor, felicidad, júbilo… conceptos que ya
no posee el olmo seco. En el verso nueve, hay una personificación que consiste
en que atribuye a los olmos jóvenes la facultad de cantar. …los álamos cantores… En el mismo verso, hay un encabalgamiento suave,
se continúa en el número 10. A los álamos cantores también les atribuye la
facultad de guardar el camino y la rivera, nos encontramos ante otra
personificación. …que guardan el camino y
la ribera… Con todas esas personificaciones, trata de insistir en la fuerza
de la juventud en la que predomina la felicidad, fuerza, poder hacer todo… En
los versos 12-13-14 ya se refiere al olmo viejo, al que solamente acuden unas
pocas hormigas al encuentro con las telarañas que han ido produciendo los
arácnidos. Podemos ver en el verso 12, una metáfora, pues a ese grupo de
hormigas que van hacia el olmo lo llama ejército, para indicar que ya tienen
incluso más fuerza que el pobre olmo, al que solamente le quedan ya pocos
suspiros. Ejército de hormigas en hilera.
En estos tres versos podemos apreciar dos encabalgamientos, uno de los
cuales es suave mientras que el otro es abrupto. Tenemos uno abrupto entre los
versos 12 y 13 Ejército de hormigas en
hilera / va trepando por él,… Y uno suave entre los versos 13 y 14 y en sus entrañas / urden sus telas grises
las arañas. El verbo “urdir” utilizado para referirse a la labor de las
arañas podría interpretarse como una metáfora, ya que urdir se refiere a la
acción de preparar los hilos para pasarlos al telar y las arañas hacen cosa
parecida. …urden sus telas grises las
arañas…
En la segunda parte según la división del
tema habla de lo que le podría ocurrir al olmo debido a su frágil
estado de salud. Todos estos versos que se refieren a los finales que podría
tener el olmo constituyen una enumeración, una acumulación en serie de
elementos. En el primer verso de esta segunda parte podemos ver una llamada de
atención mediante un vocativo, es decir, un apóstrofe, mediante el cual nos
indica que se refiere al olmo, que está hablando con él, con Leonor. También se
indica que se refiere a él mediante el uso del pronombre en este primer verso. Antes que te derribe, olmo del Duero. Esta
enumeración la comienza con un leñador que lo podría talar y dar a un
carpintero que lo convertiría en el yugo de una campana, es decir, en la parte
de madera que sostiene una campana. Lo dice mediante el uso de la metáfora melena de campana. Dentro de esta
enumeración de acciones que le podrían ocurrir al olmo, podemos encontrar otra
entre los versos tres y cuatro de esta división en la que cuenta lo que podría
hacer el carpintero: yugo de la campana, lanza de carro, yugo de carreta…
Podemos ver un encabalgamiento suave entre los versos 2 y 3. Después de las
acciones del carpintero, pasa a hablar de que podría ser también quemado en una
casa. Usa la palabra “mañana” para referirse no a mañana, sino a cualquier día
menos pensado en el que lo talen y quemen.
Hasta el verso número nueve de esta división, no hay que destacar nada
más, solamente un encabalgamiento entre los versos ocho y nueve y es suave. En
el verso número diez podemos encontrar un simbolismo también interpretable como
una metáfora, pues se refiere a la muerte. Podemos ver en él la influencia de
Manrique, un escritor que uso esta frase en su copla número tres. (Nuestras vidas son los ríos que van a dar a
la mar) Ese símbolo se encuentra en el verso que dice: antes que el río hasta la mar te empuje. Finaliza esta parte
diciéndole al olmo que anotará toda la esperanza que en él produjo ver esa rama
verde que brotó en él.
En la última parte en la que hemos
dividido el poema según el contenido, el poeta expresa el deseo de su
corazón por la recuperación del olmo, por un milagro de la primavera. Entre el
primer verso y el segundo vemos un encabalgamiento abrupto, pues no se prolonga
durante todo el verso. Con la palabra “también” expresa que ese deseo de
mejoría es común entre él y su corazón.
En resumen,
podríamos decir que este poema, junto con otros que escribió, expresa su
preocupación por el estado de salud de Leonor, que sufrió tuberculosis. Hay
otros poemas que escribió tras su muerte en los que refleja el dolor, la
soledad, la muerte, la desesperación…….