jueves, 10 de mayo de 2012

Comentario de texto lingüístico


Nos desarrollamos nueve meses en el interior de una burbuja plácida de líquido amniótico. Pero al nacer la burbuja se rasga, caen las aguas al suelo y empezamos a experimentar la apasionante aventura del tacto. El primer saludo del mundo es siempre la mano de alguien que nos ayuda a llegar. Luego, a medida que vamos conociendo nuevos mundos, vamos descubriendo también el valor y el temor de las manos. No todos los apretones de manos son iguales. La buena mano llama siempre a la mirada. Una mano brevemente retenida es una invitación a la danza o una llamada de atención para que la otra mano no pase de largo. A veces las manos no se aprietan las unas a las otras, sino que se posan como aves marinas en los hombros o en las cinturas, justo el tiempo de dejar una pequeña huella sobre la piel del otro. Otras veces las manos consuelan al que llora y hacen cosquillas en la piel del tosco. El dorso de la mano es una piel útil y filosófica. El dorso de la mano no tiene la carga de herramienta de la palma: el dorso es el pañuelo y, a veces, rabia. Abierto ofrece paz; enroscado en un puño clama a la guerra.
Tal vez por ese desconocimiento que tenemos de nuestras ganas de tocarnos y de nuestro rechazo al toque no querido se haya inventado la danza. Hay bailes, como la sevillana, en los que nadie se toca y, en cambio, los protagonistas se sienten enormemente poseídos por el otro. No así el tango, donde las manos se izan, vencen, recogen y se desploman sin necesidad de que los bailarines vivan en el interior de sus cuerpos. Es en el baile donde las burbujas se rompen y se forma una nueva burbuja compartida. La música nos separa del cuerpo y nos convierte en piezas de una supuesta armonía universal. Cuando la música se detiene, los bailarines se miran como si estuvieran desnudos y ahí deciden si vale la pena seguir tocándose sin música o si sólo fueron meros objetos en el infinito equilibrio universal de los planetas.

Se trata de un texto humanístico, pues tiene como objeto el ser humano en sus aspectos intelectuales, formativos, de relación. Los rasgos que poseen este tipo de texto son:
* Función referencial o apelativa: En este texto, predominan la función referencial, presente en las oraciones enunciativas del texto, sobre todo al principio de éste (“Nos desarrollamos nueve meses en el interior de una burbuja plácida de líquido amniótico”). Aparece la función poética en el uso de varias figuras retóricas como una comparación que podemos ver en la línea séptima (“como aves marinas”), para comparar el acto de poner la mano en el hombro de otra persona con el aterrizaje de las aves sobre alguna roca. Otro rasgo es la metáfora que aparece a lo largo del texto para referirse a las personas en vez de a esta extremidad del cuerpo
y también aparece una antítesis en la línea décima al contrastar el significado que tiene una mano abierta o cerrada. (“Abierto ofrece paz; enroscado en un puño que clama la guerra”). Además, también aparece la expresiva, pues al final el autor nos expresa lo subjetivo mediante el uso de la primera persona en oraciones como la primera del texto, mediante adjetivos (“útil”, “filosófica”…) Otros rasgos que nos indican esta función es el uso de complementos oracionales como “tal vez”.
* Están basados en realidades teóricas, abstractas, sometidas a la especulación, a objeto de reflexión: Este texto presenta ideas concretas solamente al principio del texto (“Nos desarrollamos… líquido amniótico.”) A partir de esa línea, predominan las ideas abstractas, pues las manos no tienen un carácter o forma fija, sino que para unos pueden ser buenas o pueden ser malas. Este texto, y los humanísticos en general, son objeto de reflexión pues, a partir de él, otras personas pueden elaborar sus propias conclusiones, opiniones, valoraciones…
* Fin didáctico: en este texto no es un rasgo muy común, quizá, lo único que podríamos extraer con un fin didáctico, es que en la vida hay gente que te hará llorar, te ayudará, dejará huella…
* Variedad expositivo-argumentativa: predomina la variedad textual de la argumentación pues el autor nos explica desde su punto de vista, el lenguaje no verbal desde el nacimiento hasta otras actividades como la danza.
* Son subjetivos a pesar de parecer objetivos.
* Son universales y están basados en fuentes: el emisor es único, pero está dirigido a todo aquel que lo lea, por lo que es universal.
* Lenguaje: está formado por una terminología cuyas palabras tienen distintos orígenes como los préstamos del latín o del griego como “amniótico”, procedente de amnios del griego que significaba membrana; filosofía procedente del latín… También aparecen palabras formadas por derivación, palabras abstractas como invitación, atención, desconocimiento… Palabras del lenguaje común como “cosquillas”. Uso de perífrasis verbales como “vamos creciendo”. En general, la sintaxis de este texto es sencilla, predominan las oraciones simples (“No todos los apretones de manos son iguales”), y compuestas por coordinación (“Hay bailes, como la sevillana, en los que nadie se toca y, en cambio, los protagonistas se sienten enormemente poseídos por el otro”). Sin embargo, también aparecen oraciones subordinadas (“Otras veces las manos consuelan al que llora y hacen cosquillas en la piel del tosco”).
* Estructura: el texto presenta una estructura sintetizante, ya que la idea principal se encuentra al final del texto y las ideas anteriores conducen a una tesis final. La estructura de los argumentos también es sintetizante, pues los argumentos los ofrece anteriormente y la tesis la coloca al final.

Se trata de un texto pues está formado por varios enunciados emitidos en una situación comunicativa concreta por parte de un emisor con una finalidad determinada. La situación comunicativa, en este caso, es la opinión acerca del lenguaje no verbal y el fin es expresar su opinión sobre ello. Las características que un texto debe reunir son:
* Adecuación: a la situación comunicativa, a la finalidad, a las características del emisor y del receptor… El texto cumple este rasgo pues está adaptado a todas las características del acto comunicativo.
* Coherencia: es una propiedad que consiste en que el texto sea percibido como una unidad comunicativa y no como un conjunto de enunciados independientes. Los tres niveles en los que se puede manifestar esta propiedad son:
> Coherencia global: existe un tema central, que en este caso es el lenguaje no verbal basándose en las manos, principalmente.
> Coherencia lineal: consiste en que cada una de las partes del texto contenga un tema parcial diferente pero a la vez que se encuentre relacionado con el tema principal. En este texto, las ideas secundarias por párrafos son:
1. Contacto con la primera mano en el mundo.
2. Los distintos comportamientos de las manos (personas). Peligros de ellas.
3. Invención del baile como evasión del contacto entre manos. (Conclusión).
> Coherencia local: es la correcta relación de significado entre los componentes de los enunciados que deben ser lógicos. Todos los enunciados de este escrito son lógicos.
* Cohesión: el texto ofrece esta propiedad cuando sus partes cuentan con mecanismos que consiguen unir esas partes. En el texto aparecen (por párrafos):
1. En la primera línea aparece el pronombre “nos”, se trata de un deíctico personal para hacer referencia a todas las personas ya que todos nacemos. El verbo que lo sigue, también incluye el pronombre “nos”. En el comienzo de la segunda frase, se usa un marcador textual, “pero” para unir entre sí la frase anterior con esta. En esa misma oración, vuelve a aparecer el pronombre “nos” con el mismo uso. En la tercera oración de este párrafo aparece el pronombre “alguien”, es un deíctico usado para nombrar a todos los médicos que ayudan a los bebés a salir del cuerpo de la madre. Seguidamente aparece el pronombre relativo “que” para sustituir a alguien, por lo que es un anafórico. La siguiente palabra, el pronombre “nos”, se usa de nuevo. En la última oración, aparece un marcador que une la frase anterior con esta, “luego”, que también se podría considerar un deíctico temporal. Aparece de nuevo el pronombre “nos” en el verbo “vamos”. En las primeras oraciones podemos ver repeticiones de palabras del mismo campo asociativo del nacimiento como líquido amniótico, burbuja, agua… También comienza a usar las palabras del campo asociativo del lenguaje no verbal (“mano, tacto”…)
2. En la segunda oración de este siguiente párrafo, aparece un deíctico temporal, “siempre”. Otro deíctico temporal lo podemos observar en la segunda línea, “a veces”. En esa misma frase, aparecen dos pronombres “unas” y “otras” que se refieren a las manos, es decir, es un anafórico pues el elemento al cual hace referencia aparece con anterioridad. Esta frase finaliza con un deíctico personal, “otro”. La siguiente oración comienza con un deíctico temporal, “otras veces”. En la misma línea, aparece un deíctico personal, “el que”, pues se refiere a todos los que alguna vez han llorado. En este párrafo es obvia la repetición de la palabra “mano” y de las acciones realizadas por ésta.
3. Este último párrafo se abre paso mediante un marcador, “tal vez”, para unir las ideas anteriores con las que expresa aquí. En esa misma línea, aparecen dos deícticos personales: uno de ellos en el verbo “tenemos” y otro el determinante “nuestras” al igual que en el verbo “tocarnos” y el determinante posesivo “nuestro”. En la siguiente oración, podemos ver un pronombre relativo, “que”, que hace referencia a los bailes, es un anafórico, y también, seguidamente, el pronombre “nadie”, es un deíctico personal. Esta frase finaliza con un deíctico, “otro”. En esa misma línea, el adverbio de lugar “donde” hace referencia al tango, por lo que es un anafórico. En la siguiente línea, aparece el determinante posesivo “sus”, para referirse a los cuerpos de los bailarines, es un anafórico. Hasta el final del texto, solamente se repite el deíctico “nos”. En este párrafo continua el uso de palabras del campo asociativo del lenguaje no verbal, incluso en la parte en la cual habla de los bailes.

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